Estreno: Bienal de Flamenco de Sevilla
Año: 2010
Espectáculo para 4 bailaores y 6 músicos
“-¡Qué destino nos ha tocado vivir!
-¿Y qué vamos a hacer, si es nuestro signo?
Tres, dos, uno... Una fecha. Una hora. Una nueva cuenta atrás que empieza en un instante en el que somos llanto puro, tiempo puro, verdad pura. Sin recuerdo u omisión, sin derrota o victoria, sin odio y sin amor, como barro que espera ser moldeado, nos hacemos visibles ante el mundo para que él nos ayude a crearnos (…) dibujando las líneas divisorias entre elipsis y olvido, entre fósil y pala, entre duda y certeza.
(Preparados, listos, ya... Carguen, apunten, fuego... Empuja, empuja, empuja...) Y un nuevo llanto puro al fin”.
Eva Yerbabuena
Críticas:
El Mundo, Manuel Martín Martín.
“Tras la Guerra Civil, en los pueblos quedaron algo más que escombros, y Yerbabuena vaga por las ruinas de la memoria a ritmo de soleá y bulerías hasta evocar a los antepasados en el torno de alfarero”.
ABC.
“Eva Yerbabuena reinventa su baile en «Cuando yo era...» Un espectáculo intimista, profundo y con altas dosis de melancolía”.
ABC Sevilla, Marta Carrasco.
“Yerbabuena se ha reinventado, y no sólo en el apartado artístico, sino incluso en el estético. (...) una definición corporal mucho más lineal que engrandece sus movimientos”.
“Eva toma los tangos para sí, su baile es el de siempre, pero tiene algunos gestos más hechos, más maduros, de más vida. Eva baila a la vida que ha vivido y nos la enseña”.
“En “El reñiero” Eduardo Guerrero y Fernando Jiménez se convierten en gallos de pelea, una escena de increíble belleza y de fantástica danza”.
“Un espectáculo para pensar y gozar”.
ADN, Amalia Bulnes.
“La coreografía más original, la más lograda y que más ha conectado con el público ha sido 'El reñiero', (...) El trabajo físico de ambos -auténticos gallos sobre el escenario- ha embelesado al público, que ha interrumpido varias veces la secuencia con sus aplausos”.
“El público ha aplaudido largamente a todo el elenco y ha bendecido el retorno al pasado de Eva Yerbabuena, cuya mirada atrás le ha servido para coger un mayor impulso”.
Flamenco World, Silvia Calado.
“¿Y cómo es posible que Yerbabuena pueda emocionar tan descarnadamente con un baile por tangos? Si alguien echó de menos la soleá, que atienda a estos tangos... Y si aún no queda conforme, que se siente a sentir la serrana final, donde la bailaora alcanza cimas inexploradas en cuanto a autocoreografía, convirtiendo movimientos y sentimientos en una densa unidad”.
“(...)con un final absolutamente estremecedor, se sintetiza el sólido triángulo que su danza forma con cante y música”.